Capítulo 2
Adoptando la mentalidad
El mundo en el que crecimos nos enseñó a crear rutinas, mantener un orden, asumir como cierto lo que nos enseñan los maestros y muchas veces a no cuestionar la forma en la que aprendemos.
En la escuela, los profesores decían que era demasiado distraída, que era muy buena para inventar historias, pero no lograba acordarme de las tareas del siguiente día o aprenderme las tablas de multiplicar. En su momento los profesores no me dieron una educación diferente a la de mis compañeros, simplemente asumieron que todos aprendemos igual y tenemos las mismas capacidades en las diferentes áreas.
¡Mentira!
Yo no era mala estudiante, simplemente tengo una personalidad y forma de aprender más creativa. Mis profesores, parecieron ignorar por más de 15 años que existen tres aspectos de la inteligencia que son claves para fomentar la creatividad.
- La habilidad para generar ideas nuevas
- La habilidad para juzgar el valor de ideas antiguas y evaluar sus fortalezas y debilidades de manera que estas mejoren.
- La habilidad para vender esa “idea” y entusiasmar a terceros respecto de su implementación.
Así, los estudiantes más creativos no se benefician mucho de la forma de enseñar tradicional de los colegios, donde se promueve más el uso de la memoria y las habilidades analíticas mecánicas.
La rutina que se crea desde que somos pequeños, y que nos inculcan en las escuelas y universidades, se traslada a las empresas. Una vez nos convertimos en adultos, es probable, que al igual que lo hicimos en la escuela, dejemos de ser creativos y simplemente aceptemos procedimientos y decisiones como si fueran verdades en piedra.
Tal como alguna vez lo hicieron los maestros, los líderes en las empresas tradicionales se empeñan en la forma en la que siempre se ha trabajado, dejando de lado formas innovadoras de mejorar procesos, aumentar la productividad y aumentar el bienestar de los empleados.
Así, la forma de trabajar a la que están acostumbrados muchos empleados en empresas tradicionales afecta la generación de ideas nuevas, desincentiva la colaboración y aniquila la innovación.
Parte de los esfuerzos para adoptar una mentalidad de Startup, y generar innovación, deben estar encaminados en promover la generación de ideas e incentivar una forma de pensar creativa.
En el reporte titulado “Las fuentes de innovación”, la NCEE (Centro Nacional de Educación y Economía de Estados Unidos por sus siglas en inglés) establece que la verdadera creatividad florece en un ambiente donde se da una combinación de conocimiento, pensamiento creativo y motivación.
Dice el estudio que existen tres factores que componen y fomentan la creatividad.
Experticia
Hace referencia al conocimiento técnico que una persona tiene. Estudios mencionan que es experto quien practica su labor por más de 10 años y posee los conocimientos teóricos y prácticos que le permiten solucionar problemas comunes a su labor.
Pensamiento creativo
Contrario a lo que mucha gente piensa, todos los humanos tenemos algún grado de creatividad. Por tal motivo, para incentivar dicha creatividad dentro de las organizaciones, se debe fomentar una forma de pensar en la que no existen respuestas correctas. Por el contrario, lo que pretende el pensamiento creativo, es que se generen tantas ideas como sea posible. Así se encuentran nuevas formas para solucionar un problema.
Motivación intrínseca
Hace referencia a la capacidad de las personas para motivarse sin necesidad de incentivos externos. En América Latina es muy común que las empresas motiven a sus empleados en busca de más productividad con aumentos de sueldo, bonos, reconocimientos entre otras.
Lo que ocurre con la motivación externa es que se condiciona la creatividad a la obtención de un premio. Así, se dejan de lado ideas innovadoras por el afán de ese aumento, por la creencia de que una idea no es lo suficientemente buena o fácil de implementar.
Por el contrario, lo que se pretende con la motivación intrínseca es fomentar en las personas la curiosidad que desarrollaron de niños, un interés real por la labor que desempeñan y perseverancia suficiente para darse cuenta de la viabilidad de sus ideas.
Con todo lo anterior, debemos concluir que el primer paso para adoptar la mentalidad de Startup innovadora, es el fomentar espacios de generación de ideas, de comunicación, de experimentación.
Con ese propósito en mente, y creyendo que esa generación de ideas depende del espacio físico donde se encuentren los empleados, las empresas han intentado adaptar los espacios de trabajo para que se fomente dicha experimentación y comunicación.
Al adaptar los espacios físicos de trabajo para promover el flujo de ideas (algo que las Startup hacen realmente bien) se genera lo que los estudiosos llaman El Efecto Medici.
Dicho efecto explica cómo se generan soluciones a problemas de manera más creativa cuando las personas logran derrumbar las barreras mentales y físicas que se generan por los espacios donde trabajan y las disciplinas a las que pertenecen.
Por ejemplo, según el efecto Medici, en una empresa donde personas del área de mercadeo e ingeniería comparten y se comunican, permite generar nuevas ideas de cómo mejorar el producto, la experiencia de los clientes y ver problemas que de otra forma habrían sido ignorados.
En el año 2005, en San Francisco California, aparecieron por primera vez los espacios de “coworking”, inicialmente utilizados por programadores, diseñadores gráficos y “freelancers”, que buscaban un espacio dedicado para hacer su trabajo remoto, con las bondades del contacto humano.
Posteriormente, las empresas tomaron la arquitectura de estos espacios y los replicaron en el interior de sus empresas.
Es así, como Google y Pixar abrieron campus enteros dedicados a fomentar la comunicación entre empleados, el intercambio de ideas y el flujo de información entre departamentos.
En el artículo publicado en el 2014 “Workspaces that move people” de HBR se menciona que las ideas más creativas no vienen de personas sentadas en frente de un monitor. Claramente, cuando se escribió el artículo no existía la más mínima posibilidad de que una pandemia nos dejara a todos trabajando de forma remota, sentados en frente de dicho monitor.
Hace 5 años, Harvard, una de las escuelas de negocios más reconocidas del mundo, recomendaba incentivar las interacciones cara a cara y reconocer los espacios de oficina como activos que fomentan el crecimiento.
Bajo esa teoría nacieron espacios de trabajo abiertos, como los de Facebook, Youtube, Microsoft entre muchas otras más.
En este periodo las empresas se concentraron en personalizar sus espacios de oficina para que parecieran más a un espacio de socialización y menos a un área de trabajo.
A este modelo se sumaron las Startups quienes fueron pioneras en fomentar la creatividad con espacios como cafeterías, estaciones de café, zona de juegos, gimnasios, y hasta permitiendo que sus empleados llevaran sus mascotas a la oficina.
La aparición de la pandemia modificó todo lo anterior, y los trabajadores tuvieron que trasladarse a sus casas para continuar trabajando.
Lo anterior aparentemente dificulta el flujo de información, la comunicación entre empleados de diferentes áreas y las interacciones persona a persona.
Nuevamente, las empresas más innovadoras lograron adaptarse, incorporando herramientas que les permitiera seguir con su cultura organizacional sin importar el lugar del mundo donde se encuentren.
Twnel por ejemplo, cambió las reuniones del Centro de Innovación de Cambridge por viseras de realidad virtual y una suscripción a un espacio virtual de reuniones donde podemos vernos a los ojos, exponer en lo que trabajamos durante la semana y compartir con los demás miembros del equipo.
Otras empresas, se enfocaron en implementar herramientas que facilitaran la comunicación entre quienes estaban en sus casas (Agentes de coordinación logística) y los miembros del equipo que debían salir y desplazarse, como es el caso de los equipos comerciales, de los equipos de servicio técnico de operadores de telefonía y televisión entre otros.
Con todo lo anterior es importante concluir que:
- La empresa innovadora es aquella que tiene una mentalidad abierta a las ideas de todos sus miembros, sin importar su cargo o departamento al que pertenezcan.
- La empresa innovadora es aquella que hace frente al cambio con las herramientas que están disponibles en ese momento.
- La empresa innovadora es aquella que valora el éxito tanto como la pérdida, ya que esta última se considera una oportunidad de experimentación y aprendizaje.
Sólo cuando se adquiere la mentalidad creativa e innovadora, es cuando se puede dar el siguiente paso e implementar mecanismos que permitan el desarrollo de soluciones como es el caso de “Design Thinking” y sus procedimientos.
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